lunes, 29 de noviembre de 2021

LA VERDADERA INFIDELIDAD

Suele limitarse a la pareja, sin embargo la infidelidad más dañina es la que perpetramos hacia nosotros mismos, nuestra propia traición, pues la relación más importante que tienes es la relación contigo mismo.

Las demás relaciones son secundarias, y su calidad depende de la calidad de la primera, sólo son un reflejo del amor que te das o del que te niegas.

En muchos casos no somos conscientes de que estamos viviendo está situación, pues se nos hace normal ir en contra de nosotros en pos de los deseos y expectativas de los demás, pues en el fondo tenemos un miedo muy grande a ser rechazados, excluidos y juzgados.

La infidelidad nos sume en un estado de incongruencia, y la incongruencia deriva en depresión, cansancio, enfermedad, hartazgo, confusión, sensación de falta de propósito y fracaso.

¿Cómo sé si me estoy siendo infiel?

- Me pongo en segundo lugar

- Me sacrifico pensando que es amor

- Me obligo a estar en lugares que no quiero

- Me obligo a hacer cosas que no deseo

- No me permito expresar mis talentos

- Sigo guiones familiares aunque mi camino sea otro

- Prefiero complacer a otros aunque eso me causa conflicto

- No cumplo con las promesas que me hago

- Me auto saboteo para luego culparme y juzgarme

- Quiero resultados positivos, pero me aferro a mis pensamientos y dinámicas negativas

- En mi lista de cosas valiosas, la disciplina y la constancia ocupan los últimos lugares.

- Me la paso buscando culpables, de aquello que yo he atraído a mi vida

- Me parece una tarea imposible prestarme cinco minutos de atención, para practicar o buscar herramientas que

alimentan mi espíritu, pero puedo desvelarme viendo una serie completa o pasar horas distraído en cosas que no me aportan nada.

- Genero tolerancia al dolor, en lugar de buscar mi propia sanación.

Tienes el derecho, y más que el derecho, el deber de hacer tu propio camino, en congruencia con tu corazón, pues cada quien viene a crear su propia historia, a aprender sus propias lecciones.

Pierde el miedo a seguir tu propio camino, no traicionas a nadie si eliges hacer las cosas diferentes, a la única persona que puedes traicionar es a tí cuando no escuchas la voz de tu ser.

Autor Desconocido

 

domingo, 28 de noviembre de 2021

Padre nuestro, que estás en las flores

Padre nuestro, que estás en las flores, en el canto de los pájaros, en el amanecer y en el atardecer, en el corazón latiendo; que estás en la compasión, la caridad, la paciencia y el gesto de perdón.

Padre nuestro, que estás en mí, que estás en ese que yo amo, en ese que me hiere, en aquel que busca la verdad y en todos y cada uno de mis hermanos.

Santificado sea por siempre tu nombre por todo lo que es bello, bueno, justo y misericordioso.

Venga a nosotros tu reino de paz y justicia, fe, esperanza, caridad, luz y amor.

Hágase tu real voluntad, porque mis ruegos reproducen más mi orgullo, que mis necesidades reales. Tu sabes lo que es lo mejor para mí.

Perdóname todas mis ofensas, mis errores, mis faltas. Perdona cuando se vuelve frío mi corazón; cuando no fluyo en tu Amor.

Perdóname, así como yo pueda y deba perdonar a aquellos que me ofenden, incluso cuando mi corazón esté herido.

No me dejes caer en las tentaciones del ego, en los errores, los vicios, la crítica, la destrucción, el miedo y el egoísmo.

Y libra mi vida de todo mal, de toda violencia, de todo infortunio, de toda enfermedad. Líbrame de todo el dolor, de toda tristeza y de toda desilusión.

Pero, aún así, cuando tales dificultades sean necesarias como un gran aprendizaje, que yo tenga la entereza, la fuerza y el coraje de decir: ¡Gracias, padre, por esta lección!

¡¡¡Que así sea!!!

El Dios del universo con todos ustedes

PAZ, LUZ, BENDICIONES,, Y AMOR EN SUS CORAZONES