Despertar es un proceso de transformación interior en el que empiezas a tomar conciencia de ti mismo.
Despertar es abrir los ojos a la realidad que siempre ha estado ahí, pero nunca has podido ver por las distorsiones de tu mente.
Despertar es dejar de ser esclavo de tu mente y empezar a escuchar los mensajes de tu alma, para convertirte en dueño y señor de tu vida.
Despertar es volver a tu esencia y descubrir quién eres realmente, más allá de todas esas etiquetas con las que te has ido identificando.
Despertar es un camino de evolución personal y continuo hacia tu verdadera identidad, que sólo puedes recorrer tú, nadie más lo puede hacer por ti.
Despertar es un proceso de desaprendizaje, de soltar, de confiar en la vida, para que pueda expresarse a través de ti la verdad.
Despertar es salir de la mentira que has creado en tu mente, a través de tu sistema de creencias condicionado, para entregarte a la verdad.
Despertar es vivir en el presente, salir de la ilusión mental acerca del pasado y del futuro, para entregarte a la experiencia de la vida, sin filtros, aquí y ahora.
Despertar es dejar de resistirte a la vida, para empezar a fluir con ella.
Despertar es dejar de ser esclavo de un programa mental fuertemente condicionado y que tanto sufrimiento provoca, para descubrir la realidad y vivir en libertad.
Despertar es reconocer que la vida no te sucede a ti, sino que sucede para ti. Para que crezcas, aprendas y evoluciones. Para que descubras quién eres.
Despertar es darte cuenta que la vida es un juego, es un puro proceso de aprendizaje y que cualquier situación que “etiquetamos” como problema es solo una experiencia necesaria para crecer y evolucionar.
Despertar es dejar de verte a ti mismo como una víctima para convertirte en dueño y creador de tu vida. Ahí reside tu poder, tu responsabilidad y tu libertad.
Despertar es ser auténtico, ser quién realmente eres y dejar de interpretar un papel influenciado por lo que te ha inculcado la sociedad, tu ámbito familiar o tus creencias limitantes.
Despertar es reconocer el potencial infinito que hay en ti, más allá de las limitaciones de tu mente.
Despertar es reconocer tu esencia espiritual más allá de tu experiencia humana.
Despertar es dejar de pasarlo todo por el filtro de la mente, para entregarte a la intuición que te guía en el momento presente.
Despertar es dejar de actuar movido por el miedo y la necesidad de seguridad de la mente para empezar a actuar a través del amor y la necesidad de progreso del alma.
Despertar es estar presente y entregarte a vivir la experiencia de la vida. Sin condiciones.
Despertar es confiar en la vida y reconocer que hay una inteligencia superior (llámala Dios, Universo, energía…) que te guía y te protege.
Despertar es reconocerte uno con la vida, lo que hace que sientas una compasión y un amor infinitos por cualquier forma de vida.
Despertar es reconocer la ignorancia de tu mente y darte cuenta que lo que “piensas” es tan solo un punto de vista, no es la verdad. De esa manera dejas de identificarte con tus pensamientos y de defenderlos con uñas y dientes.
Conclusiones
“Dentro de cada uno hay un gigante dormido. Suceden los milagros cuando el gigante despierta”.
Deseo que la humanidad despierte para que los seres humanos vuelvan a recordar quiénes son y puedan vivir libres y sin sufrimiento.
Es un gusto compartir contigo algunas señales que indican lo que para mí significa “despertar”.
Como he comentado antes, es algo que tu tienes que abrir a experimentar y reconocer a través de ti mismo que es el despertar de la conciencia
Es un proceso para nada fácil y agradable, pues hay muchos momentos en los que tienes que mirar a los ojos al dolor, a la incertidumbre, a tus dudas, a tus miedos
A pesar de lo anterior, está siendo el proceso más intenso, apasionante y liberador que he vivido nunca.
Si quieres vivir la vida libre, plena y llena de sentido que mereces, debes de cumplir un requisito, debes despertar tu conciencia.
No estás en la vida para pasar de puntillas.
Estás aquí para algo grande pero para ello debes abrir los ojos, despertar y recordar quién eres.
¿Puedes recordar quién eras antes de que el mundo te dijera quién debías ser?
Namaste
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