El cuerpo físico se reintegra a la Tierra, la sabiduría es recibida por la naturaleza y las montañas. El espíritu emigra con su recuento álmico al siguiente estado de consciencia.
El gran desprendimiento, el gran desapego debe darse, en el mejor de los casos, en un entorno de paz y júbilo, por el hermoso evento de la transmutación que es la prueba máxima de la constante impermanencia universal.
Antes de aceptar dichosos éste renacimiento, es necesario liberarnos de los apegos que nos provocan sufrimiento, y esto sin duda, puede costarnos la vida entera.
Jaguar Negro
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